Puede que con suerte por aquí encuentres
Mis poemas mejores, mis vivencias,
Mis temores, mis afectos, mi insolencia.
Mis recuerdos, mis dolores, mis ausencias.
.Los vacíos, la distancia, la impaciencia.
Mis logros los mejores, su presencia...
Sus matices, sus colores, sus esencias.
Mis sueños, mis anhelos, mi conciencia.
El camino, el regreso, la experiencia…
Nota del autor
A la idea de hacer esta recopilación de mis cuentos la anima tan solo la intención de alimentar mi vanidad. Me he propuesto pretenciosamente dejar constancia escrita de mis penas, alegrías , mis anhelos, de mis iras, sinsabores y demás. Con la convicción en ningun caso absoluta, de que a alguien le pudiera interesar.
Me he devuelto por ello, recogíendo los pedazos de vida que fuí tirando en mi vagabundear por este mundo, les rescaté, les sacudí, les acicalé, y me dispuse con ellos a armar este «rompecabezas» de emociones. Solo he conseguido, «rompiendome la cabeza», por cierto y como es lógico, dar cuerpo a este modesto cuadernillo virtual de (............).
Pensaba poner «Poemas». Pero los poemas, son cosa de poetas. Y yo, soy tan solo un decorador de palabras de tiempo libre. Así es que, para no exajerar con mis vanidosas pretenciones y como no es mi intención herir subseptibilidades, ni mucho menos dar pie a los críticos a que se enzañen con este modesto cuadernillo cibernético, he decidido finalmente poner... «Sentimientos»
! Eso es!... SENTIMIENTOS... He aquí entonces, «Mi cuadernillo virtual de sentimientos». Sentimientos que, antes que nada, después de todo y a fín de cuentas, son mios... Y son además, la única cimiente de estos versos, que me brotan «desde muy adentro» y nacen en dolorosa y lenta cesária a veces, o como un río desbordado , también a veces...
Sergio Campos:(Chile, Valparaíso 1959).
A sus 60 y algo. Aún, ni el mismo sabe si es narrador, poeta popular, palabrero, palabrista o decorador de sentimientos interiores. Aunque, la verdad nunca le ha preocupado mucho encasillarse en calificativos.
Cursó, “estudios Inferiores”, entre curas y misas que no lograron doblegar su nunca tan inquebrantable vocación de ateo. Pero, "ateo con el favor de Dios", que para el caso, viene siendo lo mismo que, “cristiano de bautizo, casamiento y velorio”. Pero, sin comprometerse demasiado tampoco. O sea, a la chilena, como bien lo pregonaba el filósofo y cómico Legrán.
Pero, “por si las moscas”, mantiene según él y como lo refleja en su poema “NO ME DEJES OLVIDARTE”, una línea directa con el creador. Por si acaso, nunca se sabe cuándo arreciará la tormenta.
Aquel tiempo de estudiante con los curas, lo recuerda en su trabajo a Valparaíso, «QUERIDO PUERTO». En donde, entre otros menciona, “al profesor, que siempre le tuvo mala barra y no se olvida de los viernes, cuando hacía la cimarra”.
Después de algunas escaramuzas que no prosperaron por la Universidad Técnica en el norte chico. En donde, sin éxito intentó descubrir la relación entre mezcla (cemento, arena y huevillo), con el grado de inspiración que despertará en el poeta, un puente o un camino recién construido. Se recibió, como siempre lo cuenta bromeando, de marido.
Marido, de aquella hembra nortina, compañera de sueños universitarios y de lujuriosas tardes de estudios. Quien, años más tarde lo elegiría de consorte… "Más por lo técnico seguramente, que por lo poeta" … Así, lo narra en su cuento inédito, “PASTELERO A TUS PASTELES” ...
Ya radicado nuevamente en Valparaíso, felizmente casado y con un hijo en camino, se dedicó por aquellas circunstancias de la vida, que casi siempre tienen que ver con el sobrevivir, a chofer de colectivos.
Se pasó tres años "peleando al pasajero y haciéndole el quite a los miguelitos y a los pacos...Tres años bajando esperanzas del cerro por 20 pesos. Y subiendo desilusiones al morir la tarde, solamente por 25 «cachos». Las desilusiones eran buen negocio en esos tiempos y eso que abundaban”. Así, lo narraría más tarde, en “POR TODOS LOS BUQUES” Cuento inédito.
El resto ya es historia conocida. Aunque, no por ello contada. Llegó a radicarse en Noruega, su país de actual residencia, en la segunda horneada. Se reconoce perteneciente al grupo aquel, en donde el exilio se decide entre dos... “Generalmente en conversación de dormitorio y en donde los únicos recursos de amparo disponibles y a la mano, son cuerpos desnudos turgentes y tibios, siempre dispuestos a ampararse entre sí”. De su cuento “LOS FANTASMAS DE LA NOCHE”.
Y después, de haber vivido tanto invierno por estas tierras, “en donde se obscurece hasta el recuerdo”. Reconoce a su pesar, ir perdiendo identidad. Pero asegura y al contrario de lo que se pudiera pensar o deducir, al leer algunos de sus relatos ... Es que, con los años; El volver, se le ha ido «volviendo triste» ...
Volver, también significa partir...
Oslo, Noruega 1996.
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